I like it

I like it
Take me to the place i love ... Take me all the way

15 de noviembre de 2010

¿A qué sabe el azúcar?

Como tratando de escapar, el agua corría por la acera. Las nubes huían a velocidades vertiginosas y hasta los coches parecían correr a refugiarse de todos esos litros y litros que caían sobre la ciudad. Y aún con el frío y el agua, sentado bajo el porche de un portal sin número pero con muchos significados, trataba de dibujar su rostro.

Varios transeúntes que corrían huyendo de la lluvia, pararon un segundo a contemplar al que ellos creían desgraciado, chico . Desaprobación, desdén, pena, comprensión, mera curiosidad. Muchas fueron las miradas que esa noche recibió mientras trataba de terminar su trabajo. Su tozudez impedía que se levantase y buscase un lugar seco y cálido. No lo haría hasta que terminase.

Los trazos inseguros y torpes tropezaron con su determinación, otra vez, incitando a que arrancase, doblase y lanzase el papel. Lejos, donde ese trozo de hoja en blanco dejase de ser un mero boceto, y pasase a convertirse en un auténtico barco.

Trató entonces de escribir algo que le ayudase a expresar lo que sentía. Porque era frío y cálido a la vez. Y otras muchas metáforas. Pero estaba ahí, era un hecho, y lo podía sentir. Y el viento podía llevarse las palabras, los carteles y los papeles en blanco o no tan en blanco. Pero lo que el iluso viento nunca podría llevarse eran los hechos. Aún con todo, su inspiración, para variar, se encontraba de resaca, por lo que volvió a lanzar esos intentos de algo.

Vivir por una persona era el pensamiento más estúpido que se le había pasado por su cabeza en toda su vida. Pero en ese momento los pensamientos tomaban el té con los sentimientos. Y el té rebosaba de azúcar.

Tal vez fuese el sonido de la lluvia al caer sobre el hormigón, o las luces cegadoras de los coches, pero el chico separó la mirada de los papeles y miró al frente mientra suspiraba y exhalaba el último bocado de humo de su húmedo cigarro.

Y no estaba solo.

Su pelo, empapado, caía sobre su espalda, húmeda. Sus ojos le miraban fijamente mientras que su boca mostraba una ancha sonrisa. Sus ya conocidas converse no podían estar más caladas, y a través de ellas podía vislumbrar dos calcetines de diferente color. Húmedos también. Su cuerpo se estremecía a cada leve soplo de viento mientras con la mirada parecía pedir permiso para sentarse a su lado. El chico la invitó con un gesto, pero antes de sentarse junto a él la chica recogió del suelo los papeles arrugados y mojados que él había lanzado anteriormente.

Aunque observó con empeño su rostro mientras ella ojeaba sus bocetos, no logró advertir ningún indicio de desagrado al estudiar los que se habían salvado de morir bajo la tinta azul, dispersa por el agua, de su bolígrafo Bic.

- Decir que son malos es poco. No era mi intención que los vieses, ni que los leyeses. Quería...
- ¿Qué querías? -cortó ella mientras dejaba los dibujos a un lado y le miraba fijamente.
- No lo sé -admitió sonrojándose. Ella volvió a ojearlos con un suspiro

"Estúpido, estúpido, estúpido" Se repitió una y otra vez cuando se dio cuenta de su rubor. "No eres un jodido niño, no deberías sonrojarte" "Mierda, mierda" "Estúpido, estúpido, estúpido"

- Me encantan -dijo ella al cabo de un rato -De verdad
- No son más que...
- Son tuyos. Me encantan -cortó de nuevo. Sus dientes sonaron mientras con un estremecimiento se abrazó a sí misma, tratando de darse calor.
- No deberías estar aquí -pasó un brazo por encima de sus hombros.
- Me lo dice aquel que dibuja y escribe tirado en un portal sin número -comentó con sorna.

Rieron.

- Me encantan, en serio.
- No deberían hacerlo.

Ella sonrió y situó su rostro a escasos centímetros de su cara.

- Me lo dice aquel que dibuja y escribe tirado en un portal sin número-repitió provocando al chico.
- Te lo digo yo. Y el yo es...

No le permitió terminar la frase. Con un beso, la chica hizo callar al que dibujaba y escribía tirado en un portal sin número.

- Toma relatividad -sonrió ella al separarse.

Decir que la quería era quedarse corto. Rematadamente corto.

1 comentario:

Carlos. dijo...

Lo mío no es g-u-a-u comparándose con esto. B-r-a-v-o.